Para determinar si un paciente puede ser sometido a cualquiera de los procedimientos refractivos, es necesario estudiar cada caso en particular.
Primero se debe realizar un examen oftalmológico completo, para descartar enfermedades oculares, como ser glaucoma, cataratas, enfermedades de la retina, uveítis, etc.
También es imperativo investigar si existen enfermedades generales que podrían tener un efecto negativo en la cicatrización de la córnea (diabetes, enfermedades del colágeno, inmunodepresión, etc). El embarazo y la lactancia son motivo de contraindicación.
A continuación se realizan los exámenes específicos para la cirugía de los defectos refractivos: Topografía Corneal Computada, Orbscan, Paquimetría electrónica, Recuento Endotelial, Test de Secreción lagrimal, Pupilometría, Queratometría.
En base a los resultados se define cual es el método de corrección más conveniente (LASIK, LASEK, Lentes Fáquicas, etc) y se discuten los riesgos y beneficios del mismo.
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